Las puertas cortafuegos
Las puertas cortafuegos o puertas resistentes al fuego (RF), como también se conocen, son un sistema de protección pasiva contra incendios.
Estas se instalan en cualquier tipo de edificación para evitar que el fuego se propague y durante una emergencia facilitan las labores de evacuación.
Las puertas resistentes al fuego están fabricadas en materiales evitan que el fuego se propague de forma rápida. Estos materiales logran retardar y hasta a impedir la progresión de cualquier tipo de incendio.
Características de las puertas cortafuegos
Las puertas cortafuegos por lo general son pivotantes metálicas, deben ser resistentes al fuego, después de cada apertura deben cerrarse de forma automática. Además, deben poderse abrir con facilidad, con el propósito de permitir una correcta evacuación.
Este sistema de protección pasiva contra incendios debe funcionar como una especie de muro para evitar que el fuego avance. En la cara expuesta al fuego debe tener la capacidad de aminorar las altas temperaturas, para permitir el tránsito de personas por el otro lado.
En la cara expuesta al fuego o cara fría deben cumplir una función aislante, porque esto no permite la inflamación del mobiliario y de revestimientos de alrededor. Las puertas cortafuego no pueden permitir que los gases calientes y humos pasen.
Para cumplir con esta función el marco y las hojas deben estar ajustadas de forma adecuada. Las juntas de estanquidad también deben cumplir con su función y las puertas deben tener un mecanismo de cierre automático después de cada apertura.
Las puertas resistentes al fuego (RF) por lo general son fabricadas con dos bandejas de chapas de acero galvanizado. Poseen un grueso calibre con aislamiento de espuma de poliuretano de alta densidad, con bisagras pintadas con pintura electrostática y marco de perfil de acero, cuentan con apertura antipánico y cerraduras especiales contra incendio.
Tipos de puertas cortafuegos
Los principales tipos de puertas cortafuegos son los siguientes:
La de hoja
Este tipo de puerta es la más usada por estar rellenada con lana de roca y fabricada con dos chapas de acero. Con el propósito de evitar que las altas temperaturas pasen de una chapa a otra y que permite la alta resistencia al fuego.
La puerta guía
Las puertas de este tipo están fabricadas con material galvanizado, tienen una alta resistencia al fuego. Su instalación depende del espacio a cubrir.
Beneficios de usar las puertas cortafuegos
Las puertas resistentes al fuego (RF) requieren más tiempo en quemarse, esto es lo que hace que se necesite más tiempo para que se propague de una estancia a otra. Esto facilita la evacuación de las personas de las edificaciones, permite controlar el fuego y disminuye los daños económicos causados por el incendio.
Estas puertas están diseñadas para resistir las llamas y soportar las altas temperaturas, evitando que el fuego se propague.
Algunos modelos de las puertas cortafuegos cuentan con sellos contrafuegos que evitan que el humo pase a través de la puerta.
Estas puertas se pueden encontrar en estilos muy elegantes que se adaptan a apartamentos o residencias. También las hay para grandes superficies como cines, hoteles, supermercados, fábricas, colegios, hospitales, locales comerciales, oficinas, o cualquier otro espacio que requiera de protección contra incendios.
En el mercado se encuentran disponibles puertas cortafuegos en variedad de diseños, tamaños y colores que se adaptan a las necesidades del espacio.
Mantenimiento de las puertas cortafuegos
Las condiciones para el mantenimiento de las puertas cortafuegos se encuentran establecidas en el artículo 11 del Código Técnico de la Edificación (CTE). Este código establece el ciclo de vida útil de las puertas cortafuegos en 20 años.
Entre lo que exige esta la revisión cada cierto tiempo de las juntas de estanqueidad y de los puntos de cierre de las puertas instaladas. Efectuar un seguimiento de los vidrios, que permita detectar con anticipación cualquier grieta.
Para que la puerta cortafuego brinde la máxima protección es necesario que tenga un mantenimiento continuo. Estas revisiones permiten verificar la operatividad de las puertas a través de la realización de pruebas y sustituir los elementos que tengan señales de daño o corrosión.